LaEMT, o estimulación magnética transcraneal, es un tratamiento alternativo para diversos trastornos mentales, pero se utiliza sobre todo para tratar la depresión mayor y la ansiedad. Esta terapia no invasiva consiste en utilizar un campo magnético dirigido para estimular neuronas poco activas en partes específicas del cerebro. La terapia TMS suele durar unas 6 semanas y tiene una eficacia superior al 70% en el alivio a largo plazo de los síntomas de la depresión.

La depresión está causada por una falta de actividad suficiente en el córtex prefrontal dorsolateral izquierdo, esencialmente la parte frontal izquierda de su cerebro. Cuando esta zona funciona correctamente, todo el cerebro se ilumina, lo que mejora el estado de ánimo, la memoria de trabajo y la atención selectiva. La EMT funciona utilizando campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro. Para ello se coloca una bobina magnética cerca de la cabeza, que produce impulsos magnéticos que estimulan las células nerviosas de la zona seleccionada.

La EMT puede ser una buena opción para las personas que no han respondido a los tratamientos tradicionales de la depresión, como la medicación y la psicoterapia. Sin embargo, es importante hablar con un profesional de la salud mental para determinar si la EMT es adecuada para usted.

Durante el tratamiento con EMT, puede sentarse cómodamente y realizar actividades pasivas como leer un libro, ver la televisión o escuchar música. La mayoría de los pacientes afirman que el tratamiento con EMT se siente como un suave golpecito en el cráneo. Algunos pacientes experimentan un hormigueo o sensibilidad en el cuero cabelludo en el lugar de estimulación durante el tratamiento, que normalmente puede mitigarse colocando el dispositivo en un ángulo ligeramente diferente.

Los efectos secundarios más frecuentes del tratamiento con EMT son dolor de cabeza leve, molestias en el cuero cabelludo durante la estimulación y mareo, que suelen desaparecer poco después de la sesión de tratamiento o en la primera semana. Muchos pacientes no manifiestan ningún efecto secundario.

Sí, la terapia TMS está cubierta por casi todas las principales compañías de seguros, dependiendo de su plan de seguros. Los planes de seguros también pueden tener requisitos para la cobertura, como un historial previo de uso de medicación antidepresiva o tratamientos terapéuticos.